El Yoga enseña a desarrollar la "inteligencia espiritual" del ser humano, entendiéndola como capacidad de adaptación afectiva, sentimental y anímica de un individuo a su entorno. Esta capacidad de adaptación espiritual, permite al yogui sobrellevar sentimientos y situaciones que a otras personas les resultarían insoportables.
El yogui, como cualquier practicante de Yoga, aprende a sentir. Comienza a entender y aprender que él, no sólo es lo que piensa o cree (mente) o lo que a su vez, hace mediante actos (cambios físicos del mismo cuerpo y de las cosas que lo rodean: acciones). El yogui, comienza a entender que su espíritu es lo que él mismo siente. Y comienza a saber que es más importante Ser que Tener.
El Maestro Swami Maitreyananda señala que el Espíritu son los sentimientos del ser humano, aquello que el ser humano siente. El maestro enseña que el espíritu se comunica con el cuerpo por la emoción y con la mente por la emoción e intuición. El espíritu representa el conjunto de estados anímicos y afectivos del ser humano.Lo que uno siente es guiado por el espíritu, lo que uno piensa es guiado por la mente y lo que uno hace es guiado por el cuerpo físico. . El espíritu no es racional ni lógico. Si entendemos esta visión podemos comprender como una asana o postura de Yoga, puede llegar a ser espiritual simplemente por la actitud (predisposición a un acto).

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